El salario emocional, la mejor herramienta de fidelización

Por el febrero 4, 2019

Según las últimas encuestas sobre Employer Branding, los aspectos mejor valorados por los empleados en su lugar de trabajo son las opciones de desarrollo dentro de la compañía, un buen clima laboral, una cultura y valores corporativos acordes a los suyos propios, las opciones de conciliación y flexibilidad laboral y formar parte de la toma de decisiones de la empresa. Todos estos elementos fueron potenciados por los Millennials, una generación de profesionales nacidos entre 1983 y 1999 cuyas máximas aspiraciones en sus lugares de trabajo son una serie de variables como las descritas anteriormente y que aporten bienestar y calidad en su día a día profesional.

Nueva escala de valores

Las nuevas generaciones están mejor preparadas profesionalmente. Por ello, su escala de valores dista ligeramente de lo que sus antecesores buscaban de sus empleadores. Así, el salario emocional debe pivotar en tres pilares básicos:

  1. Equilibrio entre vida personal y profesional, a través de un horario de trabajo flexible, opciones de conciliación, cheques guardería, seguros de salud para el empleado y su familia directa, beneficios para la salud como formación en hábitos saludables o disponer de comedor o gimnasio corporativo, planes extralaborales como campeonatos deportivos, etc
  2. Bienestar psicológico, mediante el reconocimiento al trabajo bien hecho, contar con autonomía y capacidad de decisión, poner a su alcance retos profesionales de manera continua o hacerle sentir parte del equipo y del conjunto de la empresa.
  3. Oportunidades de desarrollo, a través de la capacitación y formación, desarrollo del talento y habilidades, procesos de coaching y mentoring, o planes de carrera.

Menor rotación y absentismo

salario emocional

El despliegue de todas estas iniciativas da como resultado un empleado más motivado y con menos ganas de dejar la empresa. Otras ventajas asociadas al salario emocional son una mejor imagen como marca empleadora, unos menores índices de rotación y absentismo y una reducción de los gastos relativos a selección, formación y administración del personal. No debemos olvidar, asimismo, que unos empleados satisfechos son unos empleados con unos elevados índices de productividad y competitividad.


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Desde Infojobs citan ocho ejemplos concretos en torno a los que articular una propuesta de salario emocional:

  1. Independencia y autonomía a la hora de organizar su trabajo, priorizar tareas y cumplir los objetivos asignados.
  2. Flexibilidad horaria para atender asuntos personales o para adaptarse mejor a las responsabilidades familiares.
  3. Un ascenso o un cambio a un departamento que se adapte mejor a las habilidades de un empleado es una de las mejores formas de demostrarle que lo valoras.
  4. Desarrollo profesional, un auténtico win-win para empleado y empresa, que contará con trabajadores mejor preparados.
  5. Fomento de un estilo de vida saludable en el seno de la empresa, dotándole por ejemplo de gimnasio corporativo.
  6. Team Building. Celebrar que los objetivos han sido conseguidos y que el trabajo duro ha valido la pena es primordial para mantener al equipo motivado.
  7. Beneficios de oficina. Un espacio laboral donde los empleados tengan todas las herramientas para realizar su trabajo de la mejor manera es clave para motivarlos.
  8. Descuentos de empleado en los productos de la empresa o en los de los clientes de la empresa puede ser una motivación extra para los empleados.

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