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La promoción interna para anclar el talento

A la hora de cubrir una posición, muchas organizaciones optan por mirar de puertas hacia afuera, sin percatarse que quizás el perfil más idóneo para cubrirla ya se encuentra entre sus filas. ¿Qué beneficios reporta la promoción interna?

El reclutamiento de empleados lo suficientemente competentes es algo que preocupa, y mucho, a las empresas en la actualidad. Sin embargo, no siempre debemos acudir a procesos de selección externos, sino que vale la pena mirar a nuestro alrededor para sopesar si el candidato idóneo para cubrir una determinada posición o para asumir un nuevo proyecto  ya se encuentra en la plantilla. Está claro que no siempre será posible, porque por encima de todo debe existir la máxima adecuación entre competencias, experiencia y formación del empleado y las funciones del puesto a cubrir, algo que con la eclosión de nuevos sectores y profesiones no es algo baladí, pero si en la medida de lo posible puede apostarse por un proceso de promoción interna, las ventajas tanto para la empresa, como para los empleados y los responsables de RRHH que deben velar por la cobertura de esa nueva vacante, son más que evidentes.

Reducción de costes gracias a la promoción interna

Para empezar, aquellos empleados que llevan cierto tiempo en la empresa conocen a la perfección los valores, procedimientos y entresijos de la misma, con lo que la cantidad de  tiempo, dinero, esfuerzo e información a destinar al proceso de selección será notablemente mejor. Quizás una vez analizado su evolución y potencial cabrá diseñar una formación a medida para asegurarse que se produce el fit entre empleado y nuevo puesto de trabajo, pero esta sería, en conjunto, una inversión mínima.

El conocimiento que el candidato interno en cuestión acumula en torno a la empresa también hará que este se adapte más rápido al nuevo puesto, algo que permitirá que optimice su jornada laboral al máximo casi desde el principio. El índice de incertidumbre respecto a la elección se verá también mermado. Otro de los índices que también se verá recortado es el de rotación, ya que poner nuevos retos al alcance del empleado hará que este se sienta menos tentado a abandonar la compañía.

Las claves del proceso de promoción interna

Del mismo modo, teniendo posibilidades de promocionar dentro de la compañía, los empleados se sentirán empoderados y valorados, en tanto que sus superiores les tienen en cuenta, tanto a ellos como a sus expectativas y a su potencial de desarrollo. Esto, a su vez, incrementará sus grados de compromiso, satisfacción y felicidad laboral, objetivo fundamental de cualquier política de Employer Branding que se precie y redundará, no hay que olvidarlo, en una mayor productividad global y un mejor ambiente de trabajo.


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Optar por la promoción interna a la hora de cubrir una nueva posición no significa que debamos relajarnos en el camino. De hecho, el rigor y la diligencia del proceso deberían ser iguales o mayores a uno externo. Esto significa que los responsables de RRHH, Talento, Desarrollo, Gestión de Personas y cargos equivalentes que asuman el reto deberán asegurarse primero de comunicar la vacante interna al conjunto de la plantilla o categorías profesionales que puedan optar a él y, después, valorar cada una de las candidaturas a través del currículum, los logros conseguidos en la compañía hasta la fecha, entrevistas personales, dinámicas de grupo, etc. Será sumamente importante asimismo comunicar los motivos de haber declinado su perfil a los candidatos que finalmente no cubran el puesto, más sabiendo que aunque no hayan sido designados continuarán trabajando en la compañía.

¿Es la promoción interna una práctica habitual en tu empresa?