Mejores Prácticas en RRHH

Trabajo y valores

En uno de los últimos seminarios que he impartido sobre “Los 7 Hábitos de las personas altamente efectivas” he podido conocer a José Luis Salsidua. Director de Recursos Humanos. Bial Industrial Farmacéutica. Como este BLOC, que es lo que intento que sea (y que tenga alguna utilidad!!) es sobre RRHH (personas más bien…) pues eso. Que me ha parecido que su artículo “Mi experiencia con la gestión de personas” nos hace ver la persona detrás del cargo, del rol, de todo rol. Y la historia, la forja del carácter de José Luis, trabajador incansable desde los 15 años, cuando empezó a trabajar como botones en Viajes Ecuador.
Me voy a permitir entre sacar algunos párrafos y dejo link para quien quiera leerlo entero.

“Comencé a trabajar con 15 años. Cuando comienzas a trabajar tan joven estás totalmente perdido, pero te da la vivencia de conocer los diferentes departamentos de una empresa, de ir creciendo, madurando, pasando de botones a auxiliar, de auxiliar a administrativo, de administrativo a oficial y de ahí a Jefe de Personal.
En mis primeros años de experiencia profesional, el Departamento de Recursos Humanos, no existía como tal, entonces era el denominado Departamento de Personal, un departamento gris al que todo el mundo asociaba con la realización de las nóminas, control de los horarios, control de presencia y ausencia, contratar al personal pero cuanto más barato mejor, y por supuesto despedir.

La figura del Jefe de Personal, era esa figura gris, que a nadie gustaba acercarse a él no sea que dijeras algo que no gustaba y te fueras a la calle, y por lo tanto la imagen del departamento, no era precisamente de lo más positiva. Se veía al departamento como aquellas personas que lo único que querían eran amargarnos la existencia, hacernos la vida imposible y que por lo tanto cuanto más lejos de ellos mejor, y si por cualquier cosa nos llamaban del departamento de personal ¡Ay madre, que sudor frío nos recorría todo el cuerpo!

Debemos dar dentro de nuestras empresas, ese valor añadido, debemos enseñar al resto de nuestros directivos, que Recursos Humanos no debe ser una función solo del departamento de Recursos Humanos, sino que cualquier directivo de nuestra compañía tiene que ser gestor de personas, y en ese aspecto debemos caminar. De esa forma conseguiremos, no solo que nuestra empresa camine como debe hacerlo, sino que podremos retener el talento.

Un directivo, debe estar en continua evolución, en un proceso de cambio permanente, tiene que seguir creciendo día a día. Es importante tener claro que la confianza, el respeto y el prestigio se gana a cucharadas, pero se pierde a cubos.

Evidentemente, para motivar a las personas, debemos de implicar a éstas con nuestros proyectos e ilusiones, para lograr esa confianza de manera estable y continua, debemos ofrecer un planteamiento de colaboración, un ganar-ganar de manera que unamos nuestros objetivos.

Hace unos días leía un artículo de un antiguo profesor mío de la universidad y me quedé con una frase que me llamó mucho la atención, decía que “Precepto y Ejemplo han de ser consistentes o difícilmente llegaremos a la excelencia” y ponía un texto de un autor desconocido que era el siguiente:

Efectivamente, debemos ser críticos con nosotros mismos y tener siempre presente que tanto en nuestra vida personal, como profesional, nuestro ejemplo es el mejor reflejo en el espejo, que los demás deben ver. Por lo tanto debemos ser consecuentes.
Recuerdo en algún proceso de selección ver al entrevistado tan nervioso y pasándolo tan mal, que no conseguía sacar nada de ese candidato, es más, era como si tuviese una coraza infranqueable delante de mí. Entonces he detenido el proceso, ante el asombro de la persona de mi empresa que estaba conmigo en el proceso y del propio candidato, he preguntado al candidato que como estaba, que si se sentía incómodo y nervioso y ante su respuesta afirmativa (no podía ser otra), invitarle a tomar algo, iniciar el proceso de nuevo y la verdad es que el resultado fue sorprendente, “estábamos entrevistando a otra persona completamente diferente”. Por eso es importante situarnos en la piel de la persona que tenemos enfrente para poder conseguir nuestro propósito, debemos ser “la otra persona”.

Mis tres máximas

Por último me gustaría que conocieseis un dicho de Cullen Hightower: “La verdadera medida de nuestra valía se compone de todos los beneficios que los demás han obtenido de nuestro éxito”.

Gracias, José Luis!!
Un abrazo,
Pedro