“Érase una vez una compañía en la que los trabajadores se sentían parte de ella, se identificaban con sus valores organizacionales, se comprometían a la consecución de los intereses de la misma,…”
Perfectamente, podríamos afirmar con rotundidad que nos encontramos ante el principio de una historia que en el pasado fue real, ante un bonito comienzo que muestra el sentimiento de los trabajadores hacia la empresa en la transcurre su jornada laboral. Lástima que, como hemos mencionado anteriormente, nos encontremos ante el inicio de una narración que en los tiempos actuales no dejaría de ser una simple anécdota o mera leyenda de dudosa credibilidad, o incluso, osaríamos decir: una necrológica.
En efecto, como habrán podido apreciar, estamos haciendo referencia a la competencia del “Sentido de pertenencia a la empresa”.
Cabe mencionar que, aunque existan muchas acepciones, o incluso múltiples niveles de desarrollo de esta competencia, podemos concluir que, a grandes rasgos, el sentido de pertenencia a la empresa consiste en “la identificación del trabajador con la compañía, junto con sus valores y su cultura, considerándolos como propios y actuando conforme a los intereses de la organización”.
Para más inri, adentrándonos aún más en su estudio, podríamos afirmar que un nivel considerado alto sería aquel en el que el trabajador siente que todo lo que conforma la empresa pertenece a todos de igual manera, conociendo todos los elementos de la compañía, y contribuyendo de forma activa a alcanzar las metas propuestas por ella.
No obstante, podemos observar cómo actualmente, una gran parte de los trabajadores ya no tienen ese sentimiento hacia la organización en la que trabajan, sino que nos encontramos ante trabajadores descontentos y desmotivados, los cuales, mayoritariamente consideran su trabajo como una mera prestación de servicios a cambio de dinero que realizan de forma obligada.
¿Qué ha cambiado para que el empleado ya no tenga este sentido de pertenencia?
Una vez que nos encontramos en este punto, debemos preguntarnos qué es lo que ha ocurrido para que en los últimos años se haya ido perdiendo este sentimiento de pertenencia a la empresa.
Por un lado, nos hallamos ante un mundo global en continuo cambio, un mundo que es altamente competitivo, en el que somos asaltados constantemente por múltiples ofertas, en resumen, nos encontramos en la era de lo efímero y lo mutable.
Por otro lado, ante esta situación, son muchas las empresas que no han prestado la debida atención a sus trabajadores, dejando en un segundo plano el factor humano, propiciando climas laborales tóxicos, generando falta de transparencia y comunicación, y actuando con falta de coherencia de acuerdo con sus principios y valores.
De esta manera, sólo nos queda formularnos la siguiente pregunta:
¿Qué es lo que debería hacer la empresa para paliar esta situación?
Parte 1ª.
Álvaro Quirós González
División Talent