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¿Quieres que tus nuevos propósitos se hagan realidad?

Una de las grandes tradiciones de todos nosotros en el periodo postvacacional, especialmente el que transcurre tras las navidades y el principio de año, es la de construir una lista más o menos clara de nuevos propósitos para nuestras vidas, ya sean profesionales o personales.

Y no es menos cierto que habitualmente se quedan en deseos y quimeras que no se alcanzan y que provocan una cierta sensación de que “tener buenas intenciones no sirve de nada” ya que el día a día nos arrastra a los hábitos de siempre.

Marcarse propósitos es fundamental en la vida, es la energía que nos permite ponernos en marcha

Sin embargo, este ímpetu por querer mejorar es bueno e imprescindible en el cambio de las personas pero solamente es un primer paso. Una condición sin duda necesaria e imprescindible pero no suficiente. ¿Qué falta para que sea factible conseguirlo? Vayan por delante CINCO sencillos consejos.

1.- Las palabras se las lleva el viento. Todos los propósitos que no se plasman en un papel difícilmente se llevarán a cabo. Escribirlos nos permite concretarlos y comprometernos un punto más.

2.- La forma sí importa. Redactarlos de forma inteligente – SMART nos ayudará al llevarlos adelante (deben estar redactados de forma eSpecífica, Medibles, Ambiciosa, Realista y con un Tiempo limitado y determinado)

3.- Los cambios empiezan por un primer paso. La mayoría de propósitos (aprender inglés, dejar de fumar, ponerse en forma, etc. ) no llevan al detalle sobre qué haré mañana para conseguirlos, no se concretan en un plan de actividades para hacerlo factible. Eso hace que se nos haga una montaña llevarlo adelante.

4.- Tener un espejo a tu lado. Una herramienta muy útil en los seres humanos es tener que rendir cuentas a alguien. Busca a alguna persona (un compañero, un amigo, tu pareja, etc. ) a quien le cuentes tu propósito y te comprometas a darle cuentas de cómo avanzas. Busca una persona que supervise como avanzas, eso te ayudará a avanzar.

5.- Huir del “todo o nada”. Es muy probable que el objetivo lo alcances en una proporción menor, o algo después de lo esperado y/o con las características algo menos buenas de las que deseabas. Es totalmente normal, vivimos en un mundo continuo y no dicotómico. “Un 85%, una semana después o un nivel menos sofisticado” también son buenos resultados, sobretodo mejores que el punto de partida.

Marcarse metas es fundamental en la vida, es la energía que nos permite ponernos en marcha pero tienen solo un efecto inmediato y que debe ir acompañado con constancia, mentalidad positiva, esfuerzo y cierta dosis de sacrificio.

Desearlo solo es el primer paso; después hay que seguir luchando hasta conseguirlo. Feliz 2015

Oscar Miralles,

Director de Mercado Cegos España