Mejores Prácticas en RRHH

La unión hace la fuerza

La capacidad de trabajar en equipo es una de las competencias más demandadas hoy en día en el mercado laboral. Hacerlo, además, en entornos cada vez más globalizados y donde la diversidad (generacional, cultural, de género, etc.) es un hecho, es todo un plus en cuanto a empleabilidad. Un plus que para la organización se traduce en mayores índices de innovación y creatividad y que también se perfila como herramienta ideal para fidelizar al empleado, en tanto que involucrar a la plantilla en la resolución de problemas, dotándoles de espacios comunes donde las ideas fluyen, se debaten entre unos y otros y donde se les escucha, no hace sino que fortalecer sus lazos con la organización y, por ende, su compromiso.

Adiós estructuras jerarquizadas

Trabajar en un entorno laboral colaborativo significa desterrar viejas prácticas como la ‘reunionitis’, esto es, la celebración constante de reuniones –casi siempre eternas- para tratar asuntos relativos al negocio. Ahora, gracias a dispositivos y gadgets tecnológicos, cualquier tema puede ser debatido de manera remota y probablemente más ágil, pero más allá del factor tecnológico, este nuevo concepto trae consigo oficinas más abiertas que permitan el flujo de información e incluso espacios comunes y de entretenimiento donde poder desconectar momentáneamente del mundanal ruido y volver con las pilas cargadas. En este entorno subordinados y mandos son igualmente invitados a debatir y colaborar, con lo que las estructuras horizontales parecen haber ganado terreno a las clásicas estructuras jerarquizadas de antaño.

El secreto para implementar este tipo de entornos colaborativos tiene que nacer del propio core business del negocio, como elemento a incorporar en el ADN de la empresa. Debe concebirse como auténtica cultura colaborativa y deben ser los propios mandos los que faciliten que eso pase. La colaboración entre las partes no puede forzarse, como mucho incentivarse, con lo que elementos como el tipo de organización, los procesos que en ella se llevan a cabo y el estilo de liderazgo serán claves para lograrlo.

Inteligencia colectiva y trabajo colaborativo

En palabras de Nancy Tannenbaum, de la UNC Kenan-Flagler Business School, la colaboración “suele considerarse como una actividad que involucra a los miembros del equipo que trabajan juntos en un proyecto”. Sin embargo, en su opinión, “la verdadera colaboración es más que una actividad: es un proceso con comportamientos que se pueden enseñar y desarrollar, regido por un conjunto de normas y comportamientos que maximizan la contribución individual y aprovechan la inteligencia colectiva de todos los involucrados”. Una inteligencia colectiva que debe promoverse más transversalmente a tenor del estudio realizado durante casi dos décadas por la Harvard Business Review y publicado en 2017, el cual señalaba que el reparto del trabajo colaborativo a menudo está claramente desequilibrado. En concreto, la investigación reveló que, en la mayoría de los casos, entre el 20% y el 35% de las colaboraciones con valor añadido vienen de tan solo entre un 3% y un 5% de los trabajadores de la empresa.

¿Por qué apostar entonces por crear un entorno de trabajo colaborativo? Tannenbaum cita alguno de los beneficios que este tipo de escenarios tienen para la empresa:

Tras leer el post, ¿apostarías por hacer de tu empresa un entorno laboral colaborativo?