Inteligencia emocional. ¿Utopía o realidad?

Por el diciembre 17, 2018

Tanto la conducta de las personas, como sus valoraciones y reacciones son fruto de las emociones y de los sentimientos, entre otros factores. Es por ello que, tras años y años de investigaciones, y de análisis de la psicología social se puede afirmar que, hay ciertas cualidades de las personas que favorecen estos aspectos y que inciden positivamente en su rendimiento.

Ahora bien, en numerosas ocasiones el propio individuo no es capaz de controlar los impulsos, o simplemente no puede salir del bucle que le está provocando malestar en el trabajo. Esto se debe a que las personas tendemos a ignorar nuestras emociones, hasta que llegan al límite y se desbordan. El origen de éstas se encuentra en la amígdala cerebral, lugar donde residen las habilidades necesarias, tanto para gobernarnos debidamente a nosotros mismos, como para desarrollar nuestras aptitudes sociales. Por tanto, si se les presta la debida atención, podríamos llegar a controlarlas cuando todavía son muy sutiles y no generan una gran perturbación, estableciendo pautas de conducta o procedimientos mentales, lo que en la práctica se convierte en desarrollo de competencias emocionales.

Se ha hecho evidente, la importancia de fomentar hoy día, el desarrollo de competencias emocionales en cada uno de los miembros de las organizaciones, ya que las mismas impactan tanto en el resultado individual como en el colectivo.

Pero, ¿cuáles son las aptitudes que más importan para el ejercicio eficaz de nuestro trabajo?

inteligencia emocional

Dentro del desarrollo de las habilidades de Inteligencia Emocional en las personas, se deben tener en cuenta, al menos, las cinco competencias básicas planteadas por Goleman (1998): la conciencia de uno mismo, la autorregulación, la motivación, la empatía y las habilidades sociales.

No obstante, el reconocer y saber mucho acerca de las competencias emocionales puede simplificar mucho la vida en general, pero tiene muy poco efecto en el cambio de conducta si esta destreza no es desarrollada.

“Con la práctica adecuada es posible cultivar todas las competencias emocionales”. (Goleman, 1998, p. 265).

Pueden desarrollarse todo tipo de programas relacionados con políticas y prácticas de Recursos Humanos ya sea para incentivar a la persona en su relación con el trabajo, o con el fin de obtener una respuesta motivada de los empleados. Simplemente se trata de un desarrollo progresivo que mejora las aptitudes expuestas anteriormente, en la medida en que la persona es capaz de manejar sus emociones y sus impulsos.


>> Conoce todos nuestros cursos aquí<<


Escrito por: Débora González Faus
División de Talent, Cegos España.

Other focus to read

Deja tu comentario

Avatar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscribete al Blog

Por motivos de seguridad, deben estar habilitados JAVASCRIPT y el uso de COOKIES