La práctica de los 7 hábitos o cómo “Los 7 hábitos de las personas altamente efectivas” de Stephen R. Covey son vigentes en la actualidad

Stephen R. Covey (1932-2012) publicó en 1989 un libro fundamental que ha sido considerado el “libro de negocios más importante del siglo XX” y uno de los diez libros de gestión más influyentes de todos los tiempos: “Los 7 hábitos de las personas altamente efectivas”. Es un libro inspirador que a través de lo que el autor denomina “continuo de madurez” permite pasar de la dependencia a la independencia personal y de ahí a la interdependencia con otras personas. En definitiva, se trata de afianzarse en el liderazgo personal (la Victoria Privada según Covey) para, a partir de ahí, ser capaz de conquistar el liderazgo interpersonal (Victoria Pública) y conseguir relaciones más efectivas, beneficiosas y duraderas con los demás, en un proceso de crecimiento secuencial “de dentro hacia afuera”.

Aplicar los 7 hábitos energiza las personas y facilita la interacción con los demás

A través de los diferentes hábitos el autor nos da pautas para ser más efectivos, lo que implica modificar ciertos paradigmas y asentarnos en los principios y valores que, como las leyes naturales, están alineados con los diferentes hábitos. Estamos hablando de un libro que se publicó en 1989. ¡Hace 25 años! ¿Seguirán siendo válidos esos principios, valores y hábitos, un cuarto de siglo después, en un entorno que ha cambiado tanto? ¿En un escenario de 6 años de crisis estable? Covey decía que cuanto más grandes fueran los retos y los cambios, más válidos serían los 7 hábitos. ¿Por qué?, pues porque “las soluciones a los problemas se basan, y siempre se basarán, en principios universales, eternos y evidentes, comunes a todas las sociedades”. De hecho el autor plantea que los 7 hábitos son “sentido común organizado”, aunque añade también, “no siempre son práctica común”.

Aspectos como la proactividad frente a los problemas, base del Hábito 1: “Ser proactivo”(sé parte de la solución, no del problema); el “Empezar con el fin en mente” en tus acciones , Hábito 2 y “Poner primero lo primero”, pensando que las cosas que importan más no han de estar a merced de las cosas que importan menos, Hábito 3, siguen siendo radicalmente válidas en los momentos actuales a nivel personal. Pero, ¿y con los demás?

En nuestras relaciones con lo demás ponemos en acción otros tres hábitos: El Hábito 4 nos dice que las relaciones efectivas y duraderas requieren del respeto y del beneficio mutuo, por consiguiente la actitud ganar-ganar implica la toma de consciencia de que podemos ganar todos, no yo a tu costa o tú a la mía. El Hábito 5 parte del principio de que para comunicarme efectivamente contigo, antes tengo que entenderte. La importancia de escuchar para entender, no para responder; la habilidad de entenderte desde tu punto de vista, no desde el mío. El Hábito 6, “Sinergizar”, se fundamenta en los dos anteriores para conseguir la cooperación creativa y que, al final, “el todo sea mayor que la suma de las partes”. ¿Alguien puede negar la importancia de estos tres hábitos en la actualidad?

Por último, el Hábito 7, llamado “Afilar la sierra”, se fundamenta en la renovación y la mejora continua: Para conseguir resultados extraordinarios tenemos que cuidar los recursos, cuidar a la gallina de los huevos de oro, y ¿esa gallina quién es?, pues, evidentemente, cada uno de nosotros.

Decía Stephen R. Covey: “La manera que vemos el problema es el problema”, nuestra forma de ver la realidad determina nuestra respuesta. Vivir los 7 hábitos en el momento actual implica apalancarnos en principios de efectividad atemporales y universales, plenamente vigentes que pueden marcar nuestro éxito o fracaso, nuestro desarrollo personal y profesional y, en definitiva, nuestra vida.

Como facilitador FranklinCovey desde hace más de diez años puedo constatar que el aplicar dichos hábitos energiza las personas y facilita la interacción con los demás, provee de nuevos mapas mentales y herramientas, a veces conocidas (lo del sentido común que mencionaba antes), pero no siempre practicadas.

Eduard Juliá, Gerente Cegos España